ESTUDIO DE CASO: PLANEACIÓN DEL PERSONAL AGRÍCOLA PARA EL CULTIVO DE
YUCA TRADICIONAL
MATERIAL DE APOYO
a.
DESCRIPCIÓN
DE LOS PROCESOS PARA EL CULTIVO DE YUCA
FLUJOGRAMA DE PRODUCCIÓN PARA EL CULTIVO DE
YUCA
1) Análisis del suelo
El procedimiento más recomendable
para el análisis del suelo es tomar varias muestras de las diversas zonas del
terreno y mezclar todas estas muestras para crear una sola muestra, los
laboratorios de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Central el
costo por el análisis de la tierra es de $ 20, los resultados del análisis y el
informe son entregados a los 4 días siguientes.
2) Adquisición de estacas
Los esquejes de yuca se pueden
adquirir en el Centro Biotecnológico del Caribe, en haciendas cercanas que se
dedican a la misma actividad o en laboratorios certificados, la cantidad de
esquejes a requerir depende del área a sembrar.
3) Preparación del Suelo
Lo primero es hacer una arada,
que se lo realizara con el alquiler de un tractor que le toma alrededor de 10
horas por hectárea, luego dos pases de rastra y una alomillada: el alomillado
es fundamental cuando la yuca es destinada a la exportación como parafinada,
pues se facilita la cosecha, y se disminuye el daño de las raíces al cosecharla
Se debe equilibrar el PH
entre 5.5 a 7.5 en función de los resultado obtenidos en el análisis del suelo.
4) Fertilización del suelo
La
fertilización es un mecanismo de manejo y, como tal, se debe concebir con el
fin de recuperar, mantener y sostener la fertilidad de los suelos y aumentar la
productividad, dentro de la cual se presentan dos alternativas como la fertilización
química y la fertilización orgánica. La fertilización orgánica, permite obtener
mayores facilidades para el acceso a mercados de exportación, para lo cual se
puede utilizar el estiércol, el cual contribuye no solo a mejorar la fertilidad
del suelo y a aumentar el rendimiento por la liberación de nutrientes, sino que
ayudan a mejorar la estructura y agregación, aumentan la retención de agua e incrementan
la actividad microbiana de los suelos.
5) Apertura de hoyos, colocación de los esquejes, y tapado
La
distancia de siembra en plano se realiza con una distancia entre calles de 1m y
entre plantas de 0.80 m, obteniendo una densidad de plantas de yucas entre 8000
y 9000 plantas por hectárea. La siembra de las estacas se realiza en forma
inclinada para facilitar la cosecha.
6) Riego
Es importante garantizar
un riego antes de la plantación y otro posterior a ésta, con norma que puede
oscilar entre 200 y 300 m³/ha, con intervalos de 12-15 días, Se completarán 4 o
5 riegos para lograr una eficiente brotación. Se puede continuar regando con
igual norma e intervalo hasta los 120 y 135 días de la plantación.
7) Combate de malezas, plagas y enfermedades
El
desmalezado de las plantas se lo realizara de forma manual, esto conlleva un
mayor tiempo, pero nos permite la eliminación más eficaz de las malezas, y se
suprime la utilización de fungicidas químicos que al final del cultivo se los encuentra
en la raíz de yuca. El combate de plagas y enfermedades es poco frecuente en la
planta de yuca pero pueden existir casos aislados, los cuales se los manejara
con un control biológico según el caso se lo requiera, lo que quiere decir “que
es la acción directa de parásitos, predadores y patógenos (o sea, enemigos
naturales) y de competidores de tras especies por recursos naturales (o sea,
antagonistas), para regular la densidad poblacional de un organismo en un nivel
más bajo del que habría en ausencia de ese control. No incluye resistencia
vegetal, interferencia causada en la plaga por sus propias feromonas,
manipulación genética de la plaga, extractos químicos naturales ni control
mecánico por el hombre; puede incluir la manipulación de enemigos naturales y
de antagonistas” esta es otra forma que garantiza la obtención de un producto
orgánico, al no utilizar ningún producto químico.
8) Cosecha
Es
muy recomendable cosechar a los diez meses, ya que la yuca a esa edad alcanza
el grado de exportación (raíces hasta de 40 cm. de largo, con grosor entre 8 y
10 cm. de diámetro) ”La cosecha de campo
se la realiza en cestas de plástico de 52 x 35 x 36 cm., en cuyo fondo de
coloca hojas de papel en blanco no de periódico, en las cuales podría
desprenderse no solamente tinta sino además plomo. Las jabas se apilan unas
sobre otras, estas estás diseñadas para disponerlas en columna sin mucho
riesgo. No deben llenarse profusamente cada una de los recipientes de cosecha”.
Para la cosecha, se elimina la parte aérea, luego se procede a arrancar la yuca,
se reúne en montones para su posterior despica o separación de la yuca del
tallo. Debe existir un grado de humedad óptima para facilitar la extracción de
la raíz. Se corta el tallo a 20-25 cm. del suelo y se seleccionarán los mismos
para material de plantación. Las raíces no deben permanecer en el campo por más
de 24 horas.
b. IMPORTANCIA DEL CULTIVO DE LA YUCA
La yuca, es un cultivo tropical
originario de Suramérica y fue domesticado para alimento hace unos 5.000 años
por los grupos de cazadores recolectores del Caribe y de las zonas amazónicas.
En Colombia se producen cerca de 2 millones de toneladas de raíces al año, y la
región Caribe aporta el 50% del total nacional. La siembra de este producto se
adapta a diferentes condiciones geográficas, tolera sequías pues la fisonomía
de la planta tiene mecanismos de defensa y puede adaptarse a los cambios
climáticos.
El cultivo de yuca se considera
de gran importancia para la seguridad alimentaria, pues es uno de los alimentos
vegetales de mayor fuente de energía en el mundo, ocupa el noveno puesto
después del arroz, el trigo, la caña de azúcar, el maíz, la soya, la papa, las
legumbres y el aceite de palma, además de ser considerado como una importante
reserva cuando hay malas cosechas de otros productos alimentarios. Tanto las
raíces como las hojas frescas de la yuca son adecuadas para el consumo humano y
animal. Las primeras son ricas en carbohidratos y las segundas contienen
proteínas, vitaminas y minerales. En Colombia las pequeñas comunidades de
productores tienen a las raíces como opción de seguridad alimentaria y muy poco
para alimentación animal. En la industria de alimentos, con la yuca fresca se
producen croquetas, astillas congeladas, carimañolas y para una mayor conservación
se parafina o encera. Por el lado del producto transformado, la harina de yuca
es utilizada como aditivo en la elaboración de productos de panadería y el
almidón, como agente estabilizador de sopas, alimentos congelados y pasabocas
(snacks), entre otros usos. El almidón de yuca también se utiliza en otros
sectores industriales, tales como: revestimiento de pastillas, preparación de
pegantes, industria textil para el engomado de telas de algodón, perforación de
pozos petroleros, y en la producción de alcohol para biocombustible con el cual
se podría sustituir un porcentaje de la gasolina.
No obstante la diversidad de
usos, en Colombia se presentan problemas en la agroindustria de la yuca por la
escasez de materia prima, pues la producción se concentra 5 en ciertas épocas
del año a causa de la estacionalidad de las lluvias, y las raíces frescas que
se almacenan durante largo tiempo se dañan o pierden valor.
Sobre la yuca se han realizado
diversos estudios, especialmente en aspectos nutricionales, mecanización,
fertilización del cultivo, manejo de plagas y enfermedades, mejoramiento de los
rendimientos, costos de la producción y plantas procesadoras de la harina para
la alimentación humana y animal, entre otros. La mayoría de ellos HAN SIDO
desarrollados por investigadores del Centro Internacional de Agricultura
Tropical (CIAT), el Consorcio Latinoamericano y del Caribe de Apoyo a la
Investigación de Desarrollo de la Yuca (Clayuca), la Corporación Colombiana de
Investigación Agropecuaria (Corpoica) y la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Estos estudios fueron consultados
y aportaron información para esta investigación.
Teniendo en cuenta la importancia
del cultivo de la yuca y las potencialidades de explotación en el departamento
del Cesar, los aprendices han decidido
planear la producción de un cultivo de yuca, para lo cual poseen la siguiente
información técnica:
c.
ASPECTOS
GENERALES DEL CULTIVO
i.
Descripción
de la planta
La yuca (Manihot esculenta
Crantz) es una planta perenne leñosa, su tallo es cilíndrico formado por nudos
(punto en el que la hoja se une al tallo) y entrenudos (porción del tallo entre
dos nudos). El diámetro oscila entre de 2 y 6 centímetros y la altura entre 1 y
3 metros, aproximadamente. Se puede multiplicar mejor en forma vegetativa, por
lo tanto los tallos son importantes pues cuando están maduros se cortan en
estacas de 7 a 30 centímetros de longitud con los cuales se propaga la planta.
Las hojas son largas, gruesas, rígidas, ensiformes y las producidas en los
primeros 3 a 4 meses de vida de la planta son más grandes. Sus flores son
pequeñas y sencillas (no presentan ni cáliz ni corola), unisexuales (masculinas
y femeninas en una misma planta) y la polinización cruzada es realizada por la
acción de los insectos. La raíz es un tubérculo alargado, tiene una corteza
externa que es parduzca de aspecto leñoso y una interna que es de color blanco
o rosado; sufren un rápido deterioro fisiológico después de que son cosechadas.
La pulpa es la parte utilizable de la raíz en donde se almacena el almidón, por
lo cual es lo que ha tenido mayor valor económico y corresponde al 80% del peso
fresco de la raíz (Ceballos y de la Cruz, 2002, pp.17-29).
La presencia de glucósidos
cianogénicos, tanto en raíces como en las hojas, determinan el uso final de la
yuca. Según los niveles de glucósidos, existen dos tipos de yuca: La dulce que
tienen niveles bajos de éstos y puede ser consumida después de cocinada; y la
brava que es considerada venenosa pues posee un alto contenido de glucósidos y
necesita un proceso para eliminarlos antes de consumirse, por lo cual esta
variedad es generalmente usada para procesos industriales. De acuerdo con el
uso final de la yuca se clasifica como de calidad culinaria si se destina para
el consumo, o industrial cuando se usa para la producción de harina, almidón,
trozos secos, o doble propósito que pueden ser usados tanto para el consumo
humano como industrial (Aristizábal y Sánchez, p.2).
ii. Métodos de siembra y producción.
Usualmente se suele practicar dos
tipos de sistemas de siembra en el cultivo de la yuca: el tradicional (o
manual) y el mecanizado. El primero es similar al practicado durante los
últimos 2.000 años y lo realizan los pequeños agricultores. Las estacas se
entierran de 5 a 10 centímetros de los 20 que tienen en promedio, por lo
general se planta en posición vertical, procurando que un buen número de yemas
quede debajo del suelo y, para esta tarea, se requiere entre 6 a 8 jornales por
hectárea/día. El sistema mecanizado de siembra lo realizan los productores a
gran escala con extensas plantaciones del cultivo.
La profundidad de siembra es
entre 5 y 8 centímetros en posición horizontal y las máquinas sembradoras son
manejadas por dos operarios (alimentadores) y el tractorista que llegan a
sembrar entre 5 y 7 hectáreas/día. Las distancias más comunes entre las plantas
son de 80x80 centímetros y 100x100 centímetros, para siembras de 15.625 y
10.000 plantas por hectáreas, respectivamente.
Los sistemas tradicionales de
propagación vegetativa tienen una tasa de multiplicación baja, debido a que la
planta no permite suministrar en corto tiempo abundante cantidad de estacas. En
estacas de 25 cm de largo se obtienen de 10 a 30 estacas por año y a partir de
estacas de dos yemas se llega a producir alrededor de 18 a 32 plantas en un
ciclo que dura 16 meses. Con el fin de incrementar la producción de plantas y
las áreas de cultivo, Clayuca ha venido perfeccionando el método de propagación
por esquejas de yuca a partir de una hoja con la respectiva yema axilar con su
pecíolo y foliolo completo (Figura 6), la cual se lleva a un invernadero, casa
de malla o algo similar. Lo importante es que el sitio esté encerrado en malla.
Esta tecnología tiene bajo costo, ya que de una planta madre de 3 a 4 meses se
puede obtener de 100 a 150 esquejes que en 30 días son llevados al campo.
El primer paso para la siembra es
la preparación del suelo que comienza generalmente en la época seca; aunque en
regiones muy húmedas tiene un orden inverso, se prepara al final de las lluvias
intensas y luego se siembra enterrando las estacas al comienzo de la época seca
para aprovechar la humedad antes de que el terreno se endurezca para la
labranza. El terreno se debe preparar por lo menos a 25 o 45 centímetros de profundidad
para obtener un suelo que facilite el crecimiento horizontal o vertical de la
raíces.
Los cultivos de yuca se pueden
sembrar en terrenos poco fértiles con escaso fósforo porque establecen
asociaciones con hongos que suministran ese elemento; también se desarrollan en
suelos ácidos (con aluminio). No toleran un suelo inundado, pero sí la sequía,
porque la planta posee tres características particulares: Los estomas se
cierran cuando el aire está seco; las raíces extraen agua del suelo profundo (hasta
2,5 metros); y su sistema fotosintético fija el carbono atmosférico aun
disponiendo de poca agua. Por consiguiente, se adaptan y crecen en condiciones
tropicales variadas: Trópicos subhúmedos, sabanas de suelos ácidos, tierras
bajas de trópico húmedo, trópico de altitud media, trópicos de grandes
altitudes, subtrópico y trópico semiárido; suelos desde el nivel del mar hasta
los 1.800 msnm; a temperaturas de 20 a 30°C con una óptima de 24°C; una humedad
relativa entre 50 y 90% con una óptima de 72%; y precipitaciones entre 800 y
3.000 mm con una óptima de 1.500 mm.
En Colombia, un país con una
diversidad de climas, la yuca se cultiva en regiones altas y lluviosas como las
andinas, en áreas semidesérticas (Baja Guajira), en suelos fértiles (Valle y
Tolima), en suelos ácidos e infértiles (Llanos Orientales) y en las selvas
tropicales (Putumayo), lo cual demuestra su amplia adaptabilidad al clima. Los
mayores cultivos se encuentran en regiones con precipitaciones promedio
superiores a 1.000 mm/año y se adapta a precipitaciones de 1.000 a 3000 mm/año,
pero necesita suelos bien drenados (Cock, 1989, pp.34-35). En cada clima hay
variedades diferentes de yuca; el CIAT tiene 325 variedades adaptativas para
los diferentes ambientes del país.
De la selección y manejo del
material de siembra depende el potencial del rendimiento, la resistencia a las
plagas y enfermedades y la calidad fisiológica. La calidad de la semilla de
yuca obedece de la madurez y el grosor del tallo, del número de nudos y del tamaño
de la estaca que puede oscilar entre 15 a 30 centímetros de longitud con un
promedio de 20 centímetros y de 5 a 6 nudos por estacas. Los tallos se deben
conservar en un lugar fresco donde no estén expuestos a los rayos directos del
sol y se pueden conservar hasta por cuatro meses pero el período óptimo es un
mes.
Las variedades más difundidas en
la región Caribe son: la venezolana que tiene un alto contenido de materia seca
y almidón, se destina al mercado en fresco y los excedentes van al mercado del
secado de yuca para la alimentación de animales y la M TAI8 y la verónica, que
tienen buen potencial como yuca industrial (Tabla 1). La temporada de siembra
es entre abril y mayo, para recoger entre enero y marzo. Si se recoge en época
de lluvia se disminuye la materia seca. En la región Caribe la semilla de buena
calidad la proveen los productores que manejan bien el cultivo. Es necesario
fortalecer programas para obtener semillas limpias. Para contribuir con esto
último, el CIAT está promoviendo bancos locales de semilla que están siendo
implantados en San Jacinto (Bolívar) y Ovejas (Sucre).
Después de la siembra hay que
evitar el crecimiento de gramíneas para lo cual es necesario realizar un
control de malezas, ya que esto puede causar una reducción de un 50% en el
rendimiento. Esta tarea se realiza de manera manual, empleándose de 10 a 15
jornales por hectáreas/día y se hace hasta que el cultivo impida el desarrollo
de malezas. También el control puede ser mecánico y se realiza a través de
cultivadoras rotativas o ganchos tirados por animales o tractores, desde que el
cultivo tiene entre 15 o 30 días hasta que el cultivo lo permita.
Las plagas en el cultivo de la
yuca se pueden evitar con prácticas agronómicas como los cultivos intercalados
o mixtos, rotación de cultivos, destrucción de residuos de cosechas, uso
material de alta calidad y a través del control biológico, tal como la
utilización de enemigos naturales. Los plaguicidas son de uso limitado, pues
este es un cultivo de ciclo largo y puede resultar de alto costo.
El ciclo de producción de un
cultivo es de un año, las raíces comienzan a engrosar a los tres meses y
continúan incrementando su peso hasta los 9 o 15 meses. Las raíces de la yuca
pueden cosecharse a los 7 meses de plantado el cultivo y puede permanecer en el
suelo hasta tres años. Cuando pasa el tiempo óptimo de cosecha el contenido del
agua y de fibra aumentan, el porcentaje de almidón disminuye y es de mala
calidad, porque se produce gran cantidad de mancha. Las raíces recogidas o cosechadas
se degradan en tres o cuatro días, por lo tanto, deben llevarse al lugar de
almacenamiento, procesarse o consumirse sin demora, es por eso que el deterioro
de la poscosecha es una de las principales limitaciones de la producción,
transporte y procesamiento de la yuca. El CIAT está estudiando el germoplasma
de la yuca y las actividades antioxidantes de los carotenoides que pueden dar
cierto tipo de tolerancia al deterioro fisiológico poscosecha para periodos de
hasta 40 días (ICAT, 2009ab p. 7).
Para conservar y almacenar las
raíces en el corto plazo (7-10 días) se usan las técnicas de silos de tierra o
bolsas de polietileno. El silo se construye en un terreno seco y nivelado,
sobre el cual se hace un lecho circular de paja u hojas secas de caña o pasto
en donde se apilan las raíces frescas de forma piramidal y se cubren con otra
capa de paja u hojas utilizadas en la base. Al final, se le tapa con tierra y
se le hacen orificios para la entrada y salida del aire. En los silos se pueden
conservar hasta tres meses. La otra técnica son las bolsas de polietileno en
donde se empacan y sellan las raíces de la yuca para obtener las condiciones
adecuadas para la curación. A las bolsas se le hacen perforaciones para reducir
la humedad y, así, pueden permanecer hasta por una semana. Este empaque se debe
hacer máximo dos o tres horas después de cosechadas.
Las técnicas de almacenamiento a
mediano plazo (2-4 semanas) son las cajas de madera con aserrín, el parafinado
y el encerado de raíces de yuca. Las cajas de madera por lo general son de 50
cm de largo, 29 cm de ancho y 30 cm de alto y el aserrín debe tener una humedad
de 50%, ya que si está demasiado seco se acelera el deterioro y si está
demasiado húmedo se desarrollan raíces secundarias y se pudren. La demora máxima
entre la cosecha y almacenamiento es de un día. El parafinado consiste en
sumergir las raíces lavadas y secas en un recipiente con parafina derretida a
una temperatura de 140- 160°C. Después de sacar las raíces de la parafina se
dejan secar en un lugar sombreado o se sumergen en agua fría. Con este método
su tiempo de conservación es de 20 a 30 días. La otra técnica es el encerado
por medio del cual a las raíces lavadas y secas se les aplica la cera pura sin
diluirla, la cual se frota de manera manual cubriendo toda la raíz, luego se
deja secar de 10-20 minutos a temperatura ambiente bajo sombra. Se utiliza cera
extraída del pino que no es tóxica y es lavable, tiene la misma efectividad que
la parafina pues la conservación es de 20 a 30 días, tarda un poco más en
sacarse pero los costos son más bajos.
Para la conservación o
almacenamiento de períodos prolongados o de largo plazo (más de 4 semanas) se
usan las técnicas de refrigeración y de congelación. La primera 16 consiste en
almacenar las raíces de la yuca lavadas en un cuarto frío entre 0-2°C y una
humedad relativa entre 85-90%. El almacenamiento se debe hacer inmediatamente
después de la cosecha. La congelación de los trozos o astillas de la yuca o
precocidos, se hace a -30°C.
d. MANO DE OBRA DIRECTA
Para
el cultivo de yuca se utilizan jornaleros y la parte de procesamiento de la yuca
en la planta se utilizan, la contratación se realiza de manera temporal debido
a las características del cultivo, que no se requiere trabajadores permanentes.
e. MANO DE OBRA INDIRECTA
Se
puede requerir de un ingeniero que trabaje permanentemente en la plantación y a
un guardia para seguridad y supervisión del proceso de parafinado en la planta
los días que se requiera.
Bibliografía:
www.fao.org