Hoy día se difunde un creciente interés
por la calidad de vida, en el cual se sustentan no solo los programas de gobierno en todas sus
instancias como fin último, sino de los proyectos de los individuos dentro de
la sociedad; a partir de lo cual se han diseñado indicadores que apoyen la toma
de decisiones para impactar de manera positiva el nivel de la misma en la
humanidad, como resultado perceptible del desarrollo socioeconómico de la
sociedad, generando en consecuencia recientemente, procesos de evaluación
sistémica y científica en los ámbitos de la salud física y mental, la
educación, la economía, la política y el mundo de los servicios en general.
En su concepción más amplia, la calidad
de vida recibe la influencia de factores como empleo, vivienda, acceso a
servicios públicos, comunicaciones, urbanización, criminalidad, contaminación
del ambiente y otros que conforman el entorno social y que influyen sobre el desarrollo
humano de una comunidad (Jurado, Avila, 2002). Según Jurado y Ávila, el nivel
de educación influye para las oportunidades de empleo, el autocuidado y la
salud en general. En el marco conceptual de conductas "riesgo" se
encuentra el uso de tabaco, alcohol y drogas que imponen una amenaza a la
salud, debido a sus consecuencias a corto y mediano plazo. En zonas marginadas,
la pobreza deriva en falta de servicios, en desnutrición y en un mayor riesgo
de adquirir enfermedades transmisibles. Todos estos factores sociales afectan
negativamente tanto a la salud como a la calidad de vida de una persona en su
comunidad.
Calidad de Vida es la percepción del individuo
de su situación en la vida, dentro del contexto cultural y de valores en que vive,
y en relación con sus objetivos, expectativas, valores e intereses (Group
WHOQOL ,1993), es decir, que su estado dentro de un determinado contexto, puede
medirse en torno a la calidad de las condiciones de vida, la satisfacción
personal y los valores personales intrínsecos.
La educación como ámbito de evaluación
de la calidad de vida, cuyo nivel define el nivel de desarrollo de una sociedad
e influye directamente en las oportunidades y calidad de empleo y salud en
general, es definida por Núñez (1999) como “una actividad o proceso permanente
de transmisión de cultura, de elementos de socialización y de creación de
conciencia crítica que tiene por fin formar, transformar, orientar la vida
humana para que ésta llegue a encauzarse, con la mejor disponibilidad posible,
en la vida cultural y social.” En este proceso, el profesor Wilmar Peña
Collazos (2011) afirma que Frente al caos económico, social, político y
somático de las individualidades, que se despliega como una pandemia de orden
mundial, no podemos ser ciegos ni mucho menos indiferentes. Quienes sentimos
una preocupación consciente por la calidad de vida de la humanidad deberíamos
restablecer los modos para generar un Estado de bienestar que se instale en
nuestros territorios y refunde una nueva concepción de libertad en torno a los
procesos educativos.
Esta libertad en los procesos educativos, atendiendo la responsabilidad
social que conlleva el rol del docente, en el marco de los planteamientos de la
psicología cognitiva, según los cuales un conocimiento no es pertinente si no
muestra que es capaz de interpretar y transformar el contexto; es la que crea
un ambiente para que el docente en su papel de líder, de transmisor de cultura,
de elementos de socialización, lidere la creación de una conciencia crítica y la orientación de la
vida humana acorde con las potencialidades del entorno. Es en este momento
cuando en la experiencia docente se genera la oportunidad de orientar al
aprendiz para que conozca su entorno y la forma como este opera de manera
detallada, generando capacidades para analizarlo y formular soluciones a la problemática
identificada desde cada una de sus aristas, a través de proyectos de innovación
social, productivos o de ciencia y tecnología, que pueden insertarse
exitosamente en los sistemas, mecanismos y programas de gobierno como única
plataforma que integra todos los sectores de la economía para su desarrollo en
el ámbito de incidencia y a partir del cual los estudiantes inicien su vinculación
al sector productivo con las competencias que le permitan realizar aportes significativos
desde su participación en la línea de acción definida, en la cual encuentre una
opción de vida para desarrollarse y obtener los medios que le brinden la
posibilidad de mejorar su calidad de vida.
Entre tanto esto no suceda, nuestras generaciones con especial atención
a las poblaciones de esta parte del mundo en vía de desarrollo, en el que la
brecha entre ricos y pobres se hace cada vez más amplia, dada la poca
participación ciudadana, como resultado de la baja capacidad crítica y
argumentativa de una parte importante de la población, para decidir en el marco
de la democracia y la posterior intervención desde el rol de la competencia, continuara
aletargándose la generación de mejores
condiciones de vida y desarrollo social.
Desde el rol docente en el caso particular, se observa como a pesar de
las condiciones de libertad dispuestas dentro del proceso educativo, es
generalizada una actitud que no evidencia el desarrollo del librepensamiento y
la capacidad crítica, cuando la población estudiantil inicia procesos de
protesta de manera conductista, sin conocer los procedimientos, mecanismos y
vías de intervención de las problemáticas sentidas y en la cuales se observa el
desconocimiento de los mecanismos de intervención formales y efectivos, en el
marco de la sociedad del conocimiento, de información y de red, así como una ausencia
general de la identificación del papel de los afectados en la solución de tales
problemáticas.
Por lo anterior, el nuevo concepto de la libertad en los procesos
educativos, debe ser capaz de identificar las particularidades de contexto de
la población discente, brindando herramientas e implementando didácticas para
la aplicación y generación de los conocimientos, que contribuyan a comprender su
problemática y las formas de
intervenirla de manera crítica y constructiva, en correspondencia con esa
libertad, fundamentada en el conocimiento de la verdad… y conoceréis la verdad,
y la verdad os hará libres (Jn 8:32).
Bibliografía:
Velarde-Jurado, Elizabeth,
Avila-Figueroa, Carlos: Evaluación
de la calidad de vida, Revista Salud pública
Méx v.44 n.4 Cuernavaca jul./ago. 2002, en http://www.insp.mx/salud/index.html
W Groupt - Quality of life Research, 1993 –
Springer: Study
protocol for the World Health Organization project to develop a Quality of Life
assessment instrument (WHOQOL).
Núñez, Violeta: Los nuevos sentidos de la tarea de enseñar. Más
allá de la dicotomía «enseñar vs asistir» - Revista Iberoamericana de
Educación, 2003 - redalyc.org.