Las tecnologías de la información
y comunicación, se han venido desarrollando como respuesta a las necesidades
humanas desde la lucha por el poder y el desarrollo de la industria
manufacturera y luego los servicios, el mercado doméstico, la educación y el sector
primario, hasta convertirse además de una ventaja en cualquier proceso, en una
necesidad para poder operar en todos los escenarios; los cuales han sido
diseñados en su totalidad implementando cada vez más, herramientas TIC para
facilitar los procesos y la elaboración de los productos, así como para ofrecer más beneficios y valor a los usuarios
de los mismos. Según lo expuesto, las TIC’S hoy día constituyen más que una
herramienta, una plataforma sobre la cual se sustenta la sociedad, que al
facilitar el quehacer del individuo, han permeado todos y cada uno de los
escenarios en los cuales se desenvuelve.
En el ámbito educativo, pronto se
descubrieron e implementaron las bondades de las herramientas TIC, al facilitar
el acceso a la información con sus múltiples herramientas, opciones y
alternativas para maximizar el aprendizaje, atendiendo las necesidades de los
diferentes estilos de aprendizaje y tipos de inteligencia de las personas,
optimizando con ello el logro de resultados de mayor calidad, ajustados a las
necesidades del sector productivo que requiere un profesional cada vez más
competitivo para garantizar su permanencia en un mercado que no descansa, que
todos los días se reinventa, donde la innovación ya no es un proceso ni una
estrategia, sino una cultura.
En el marco de lo anterior, la
UNESCO viene implementando una estrategia amplia e integradora en lo tocante a
la promoción de las TIC en la educación, a través de un dispositivo
intersectorial con la participación del sector de las comunicaciones y la
información, educativo y científico; considerando que el acceso, la integración
y la calidad educativa son factores que pueden ser abordados de manera exitosa
con el uso de estas tecnologías.
Según Marqués (2000), esta
emergente sociedad de la información, impulsada por un vertiginoso avance científico en un marco socioeconómico
neoliberal-globalizador y sustentado por el uso generalizado de las potentes y versátiles
tecnologías de la información y comunicación (TIC), conlleva cambios que
alcanzan todos los ámbitos de la actividad humana. Sus efectos se manifiestan
de manera muy especial en las actividades laborales y en el mundo educativo,
donde todo debe ser revisado: desde la razón de ser de la escuela y demás
instituciones educativas, hasta la formación básica que precisamos las
personas, la forma de enseñar y de aprender, las infraestructuras y los medios
que utilizamos para ello, la estructura organizativa de los centros y su
cultura…
En este contexto, el rol desempeñado
por el maestro debe ajustarse ágilmente a la velocidad de los cambios y los nuevos
servicios que ofrece la web 2.0, con todas sus herramientas, en las cuales el
estudiante adopta un papel protagonista y en el que ya no quiere someterse a
una simple disertación de la información por parte del maestro, sino que
participa más activamente, es crítico y requiere de la asesoría y orientación
del maestro para enfrentar nuevos retos, nuevos proyectos y sumergirse en los nuevos
mundos a los que le abre la puerta el conocimiento y la información de la que
dispone de manera fácil y rápida. Es toda esta dinámica la que obliga a ajustar
los currículos y los procesos de evaluación, con la adopción de nuevas
estrategias pedagógicas y didácticas
para lograr un aprendizaje significativo en el cual las tecnologías no solo son
un medio y sino que hacen parte fundamental de la estrategia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario